China recorta los tipos de interés como respuesta a la ralentización económica
El Banco Popular de China ha anunciado un recorte de 15 puntos en los préstamos a medio plazo con el objetivo de cubrir las necesidades del sistema bancario y mantener la liquidez, también inyectado 401.000 millones de yuanes
El Banco Popular de China (BPC, central) ha anunciado un recorte de 15 puntos básicos en los servicios de préstamos a medio plazo (MLF) con el objetivo de “mantener una liquidez razonable en el sistema bancario y satisfacer las necesidades de las instituciones financieras”. El BPC ha inyectado 401.000 millones de yuanes (alrededor de 55.420 millones de dólares) en el mercado a través de una MLF a un año, con una tasa de interés del 2,5%, por debajo del 2,65% anterior.
Los MLF son una herramienta del banco central para financiar a los bancos comerciales y orientar los tipos de interés de referencia y, cuando se rebajan, significa que se reduce el costo del dinero que se presta a los bancos. La medida recoge hoy la agencia estatal Xinhua, forma parte de los esfuerzos del Gobierno para “fortalecer el ajuste anticíclico y estabilizar las expectativas del mercado”.
Asimismo, el BPC también anunció la inyección de 204.000 millones de yuanes (28.049 millones de dólares) a través de acuerdos de recompra inversa (también conocidos como ‘repos’, instrumento por el que se venden valores condicionados a un acuerdo para recomprarlos en una fecha posterior) con una tasa interés del 1,8%, por debajo del 1,9% anterior.
La medida llega el mismo día en que se dieron a conocer los datos la producción industrial del país, que creció un 3,7% interanual en julio, cifra que supone una ralentización frente al dato de junio (4,4%). La cifra del séptimo mes del año quedó por debajo de los pronósticos más extendidos entre los analistas, que esperaban un avance de alrededor de un 4,7% con respecto al mismo período de 2022.
Tras un prometedor inicio de año, la recuperación pospandémica de la economía china da síntomas de haberse frenado, creciendo menos de lo esperado en el segundo trimestre (+6,3 % interanual). La baja demanda nacional e internacional, riesgos de deflación y estímulos insuficientes, junto con una crisis inmobiliaria que no ha tocado fondo y una falta de confianza en el sector privado son las principales causas que esgrimen los analistas para explicar lo que ocurre en la segunda mayor economía mundial.
Deja de publicar el dato de paro juvenil
China ha suspendido la publicación de la tasa de desempleo urbano de los jóvenes desde este mes de agosto, por los “cambios económicos y sociales que requieren una mejora y optimización de las estadísticas laborales”, después de unos meses en que el indicador marcó récords por encima del 20%. El portavoz de la Oficina Nacional de Estadística, Fu Linghui, explicó que en los últimos años, se ha producido un aumento del número de estudiantes en las ciudades chinas, lo que plantea dudas sobre si deben “incluirse o no” en las encuestas de empleo, informó hoy el medio China National Radio.
Según datos oficiales, en 2022 había más de 96 millones de jóvenes urbanos entre 16 y 24 años, de los cuales más de 65 millones eran estudiantes. “La principal tarea de los estudiantes es estudiar, y hay diferentes opiniones sobre si los que buscan trabajo antes de graduarse deben ser considerados como parte de la fuerza laboral“, indicó el vocero. Asimismo, la Oficina indicó que, con el aumento del nivel educativo de los residentes, los jóvenes prolongan su tiempo de estudio, lo que también “plantea la necesidad de revisar el rango de edad para definir a este grupo”, hasta ahora incluidos en una franja de edad comprendida entre 16 y 24 años.
La tasa oficial de desempleo entre los jóvenes urbanos de China, que comenzó a contabilizarse en 2018, alcanzó en junio un nuevo máximo histórico y llegó al 21,3%. Tras un prometedor inicio de año, la recuperación pospandémica de la economía china da síntomas de haberse frenado, creciendo menos de lo esperado en el segundo trimestre (+6,3 % interanual). La baja demanda nacional e internacional, riesgos de deflación y estímulos insuficientes, junto con una crisis inmobiliaria que no ha tocado fondo y una falta de confianza en el sector privado son las principales causas que esgrimen los analistas para explicar lo que ocurre en la segunda mayor economía mundial.