Turquía, Grecia y Siria disparan cuota en el aceite de oliva con el retroceso español
Imagine que Arabia Saudí, el mayor exportador neto de petróleo, recorta a la mitad su producción de un año para otro. ¿Qué sucedería con la cotización del barril de Brent o el West Texas? Pues algo similar está pasando en el mercado del aceite de oliva con España, el ‘banco central’ del oro verde. su producción estimada para esta temporada 2022/2023 se desplomará un 56% interanual, hasta 663.000 toneladas, según los datos que maneja la Comisión Europea (CE). El efecto de la sequía ha pesado más que el alza de hectáreas de olivo en cultivo del campo español.
La retirada del mayor productor de aceite de oliva ha provocado un vuelco en el mercado tanto en las fuentes de suministro, como en los precios que están marcando máximos históricos tanto en los mercados mayoristas como en los minoristas. Por ejemplo, el AOVE (virgen extra) ha superado con holgura los 10 euros por litro este verano en los lineales de los supermercados e, incluso, supera los 12 euros en algunas marcas, según una medición reciente de la OCU.
Según datos consultados por ‘La Información’ de la base de datos de la Comisión Europea, que monitorea los precios hasta en 20 áreas oleícolas, los precios se han más que duplicado en los últimos 12 meses, triplican o incluso cuadruplican el promedio de cotización de los últimos 5 años. En Jaén, el aceite ‘virgen’ se ha disparado a 6.760 euros por tonelada, 6.770 euros/tn en Córdoba y 6.771 euros en Sevilla, que representan las principales áreas productoras.
El récord de precio se lo lleva el ‘virgen extra’ -una categoría superior al virgen- de Tarragona (8.300 euros), seguido Toledo (7.780 euros). Jaén, Málaga, Sevilla y Córdoba se mueven entre los 7.770 y 7.780 euros por tonelada en el AOVE. En cuanto a la categoría de los lampantes de oliva -que requieren refinación-, la escala de precios baja pero no tampoco demasiado. Por ejemplo, el precio se sitúa en los 6.270 euros/tn en Badajoz, un 81% más que en 2022 por estas fechas, mientras que en Jaén sube hasta los 6.760 euros en esa misma categoría de producto.
Según datos de Bloomberg, el futuro sobre el aceite de oliva a 3 meses en el sur de España se situaba en los 8.227 euros / tonelada este jueves, un 111% más que en agosto de 2022 y un 320% por encima de su nivel el mismo mes de 2020 cuando esta referencia apenas superaba los 2.000 euros. El contrato financiero no especifica la fuente de los datos pero tiene en cuenta “una variedad de fuentes”, pero se sitúa hasta un 10% de los precios al contado de la Comisión hasta la semana 46 de la campaña 22/23 que finaliza en seis semanas dando paso a la 23/24.
Vuelco de cuotas con Turquía, Grecia y Siria
Según la estimación de Bruselas, los campos de Grecia superarán a los italianos este año por primera vez con una previsión de producción de aceite de oliva de 340.000 toneladas, un 47% más que el año pasado. Italia reduce su suministro en un 27% anual, hasta 241.000 toneladas, mientras que España pasará de 1,5 millones a 663.000 toneladas, un 56% menos. En Portugal baja un 39%, hasta 126.000 toneladas.
En conjunto, la producción interior en la UE sufrirá una merma en esta campaña del 39% anual, mientras que las importaciones de países extracomunitarios se mantienen estables y pasarán a representar un 44% del total del mercado de aceite de oliva 11 puntos más que el 33% de 2022. Los países europeos bajan del 66% al 55% en la tarta de suministro del aceite de oliva en Europa. Este movimiento se produce pese a que Túnez y Marruecos sufren descensos del 25% y 22%, respectivamente.
Además de Grecia, que se sitúa como segundo suministrador de aceite a la UE con una cuota del 13,5% (6,7 puntos porcentuales más que en 2022), el segundo país que más crece en el aceite de oliva es Turquía, que sube al tercer puesto en volumen (275.000 toneladas) y alcanza una cuota global del 11% (4 puntos más que el año anterior). También Siria emerge con el 5,3% del mercado del aceite y adelanta a Portugal, que cae a la octava plaza. España se convierte en la gran desplazada de esta crisis de precios del aceite y del olivar tras pasar de tener una cuota de mercado en la UE del 43,8% en 2022, a situarse en el 26,4%, 17 puntos menos y una caída histórica.
Alarma social y… en la industria española
En la industria están atónitos ante el cariz que está tomando el mercado, debido al descenso en la demanda interna de aceite de oliva entre los consumidores, el uso de alternativas (semillas, girasol, orujo) y, sobre todo, a la irrupción de nuevos productores de fuera de la UE que han visto su oportunidad. “Los precios de este año son pan para hoy y hambre para mañana. Puede ser un disparo en el pie para el sector olivarero”, comentan desde una compañía del sector a ‘La Información’.
En declaraciones a la Cadena Ser, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, espera que la próxima campaña de aceite de oliva sea “superior” a la actual y recordó que “alguna importación que habrá que hacer de países terceros” para garantizar el abastecimiento en el país. En realidad, ese movimiento ya se ha producido de forma veloz en el resto de Europa. El espacio que ha perdido la producción española ha sido sustituida por países pujantes del Mediterráneo oriental como Grecia o los extracomunitarios Turquía y Siria.