Terremoto en las hipotecas: el Euríbor cae al ritmo más rápido desde febrero de 2009
- La expectativa de bajadas de tipos lastra a la banca y aboca al Ibex a perder los 10.200
- El mercado apuesta por que los tipos de interés europeos retrocederán al 2,5%
- La rentabilidad de los depósitos en España mira ya a su techo por el giro en los tipos
Algo se está rompiendo en las condiciones de financiación en Europa. El desplome del Euríbor coge velocidad en el mercado interbancario en vísperas de que el Banco Central Europeo (BCE) publique sus proyecciones para 2024 y vuelva a pronunciarse sobre el nivel de tipos de interés que regirán en la zona euro. La velocidad de caída ya es similar a la registrada en febrero de 2009, en plena resaca de actividad financiera tras el colapso de Lehman Brothers y la crisis de las hipotecas, que provocó una serie de rebajas de tipos de interés de varios bancos centrales.
El Euríbor a 12 meses ha registrado este viernes una cotización diaria del 3,725%, que supone su novena caída consecutiva y amplía la tendencia bajista del índice hasta situarse en su nivel más bajo desde abril, según datos consultados por ‘La Información’. Desde que marcó su máximo anual en el 4,228% a finales de septiembre, el interés de los préstamos entre bancos a un año vista se ha desplomado en medio punto porcentual, espoleado por las expectativas de recortes de tipos de interés en la zona euro debido al desplome en la contratación de nuevas hipotecas, el deterioro de la actividad económica y la desinflación que parece cumplir con el objetivo del BCE de llevar al IPC al entorno del 2%.
El promedio mensual de diciembre -que es el que actuará de referencia para el coste de las hipotecas variables- se encuentra ahora de forma provisional en el 3,776%, 0,246 puntos porcentuales (24 puntos básicos) menos que el de noviembre (4,022%) y 0,384 puntos porcentuales (38 pbs) menos que en octubre (4,16%) cuando fijó el máximo anual de 2023 y, a su vez, un nivel no visto desde noviembre de 2008.
Pese al desplome de la cotización diaria en los dos últimos meses, el Euríbor todavía seguirá encareciendo las hipotecas en las próximas revisiones de diciembre, enero y febrero, debido a que se usa la media (la suma de todas las cotizaciones diarias dividida entre el número de días hábiles) como referencia. En este caso, el diferencial interanual todavía registra subidas y lo hará al menos tres meses más.
Pese a ello, el incremento interanual (+76,5 puntos básicos) es el menor desde abril de 2022 cuando el índice entró por primera vez en positivo en más de siete años. En enero y febrero se espera también que esté en positivo. Sin embargo, el próximo mes de marzo -que promedió un 3,647% en 2023- podrían abaratarse finalmente este tipo de préstamos por primera vez desde diciembre de 2021.
El BCE, al borde del fuera de juego
“El ciclo de alzas del BCE parece haber terminado, pero las ondas de choque del ajuste seguirán dando forma a la economía de la eurozona en 2024. Los retrasos tradicionales en la transmisión ahora van acompañados de retrasos más prolongados en los aumentos promedio de la carga de intereses, lo que podría extender el impacto del ajuste. Para el BCE, el riesgo de quedar detrás de la curva por segunda vez en un ciclo está creciendo“, explican Carsten Brzeski y Bert Colijn, economistas de ING. Destacan en su informe que es ahora cuando los pagos medios de intereses han comenzado a crecer ahora debido al efecto de las refinanciaciones a tipos más altos y a que la mayor presencia de tipos fijos en los préstamos.
“Dado que ahora existe tal discrepancia entre el tipo de interés actual y el tipo de interés medio pagado en la economía, el BCE podría recortar los tipos, pero los pagos medios de intereses podrían seguir aumentando. Por lo tanto, si el BCE iniciara el proceso de reducción de las tasas de interés, parte del efecto de endurecimiento todavía estaría llegando a través del proceso. Esto amortiguaría el efecto sobre la flexibilización monetaria“, advierten desde ING.
Los expertos recuerdan que el BCE está incómodo en esta situación debido a que los gobiernos siguen brindando apoyo fiscal a la economía, algo que contrarresta su política agresiva de tipos. Esto está cambiando pero de forma moderada. “No es la primera vez que las posturas fiscal y monetaria están en desacuerdo: pensemos en la década de 2010, cuando la austeridad fiscal contrarrestó los esfuerzos del BCE por llevar la inflación al 2%. Ahora esto está funcionando en sentido contrario, ya que el apoyo fiscal impulsa la actividad económica y, por lo tanto, contrarresta los esfuerzos del BCE por reducir la inflación subyacente”, añaden Brezki y Colijn.
Lagarde, en la pole para recortar tipos
Los pronósticos para la reunión del BCE el próximo 14 de diciembre y su correspondiente comunicación están a punto de adquirir un papel destacado en los mercados, aunque el movimiento registrado en el mercado interbancario y el Euríbor ya anticipan cambios. La presidenta Christine Lagarde sopesa ahora qué margen tiene para resistir a las expectativas del mercado sobre posibles recortes en las tasas de interés en el arranque de 2024.
Los futuros sobre tipos apuntan por una reducción tan temprano como marzo y señalan que la tasa principal de financiación pueda descender al 2,5% para el final de 2024, es decir, alrededor de 200 puntos básicos menos que ahora. Si las predicciones del mercado resultan acertadas, el BCE sería el primero entre los principales bancos centrales en dar el paso de recortar los tipo.
El dilema que enfrentan los responsables de la política monetaria europea recuerda al de diciembre de 2021, cuando retrasaron sus movimientos mientras la Fed adoptaba un tono más agresivo e iniciaba las subidas de tipos solo tres meses después. Lagarde tardó tres meses más en cambiar su discurso, ya iniciada la guerra en Ucrania, y otros cuatro meses en anunciar el primero movimiento del precio del dinero en la eurozona, pero ya con la inflación desbocada en torno al 10