Alemania sale de la recesión técnica, pero sigue siendo el “eslabón débil” de Europa

Alemania sale de la recesión técnica, pero sigue siendo el “eslabón débil” de Europa
  • El PIB real creció un 0% tras dos trimestres seguidos de contracción
  • El consumo privado fue lo que ayudó a no prolongar la recesión invernal
  • Commerzbank: “La economía no ha crecido casi nada en estos cuatro años”

La economía de Alemania sigue viviendo en una zona oscura entre el estancamiento y la recesión. La estimación preliminar del crecimiento del PIB alemán muestra que la mayor economía de la eurozona se estancó en el segundo trimestre cuando se esperaba un mínimo repunte y no muestra visos de remontada. Aunque el país sale de la recesión técnica (dos trimestres consecutivos de contracción), las sensaciones no son las mejores.

Según el informe publicado este viernes por la agencia estadística alemana, Destatis, el producto interior bruto (PIB) real alemán creció un 0% intertrimestral. En el año, el crecimiento del PIB bajó de un -0,2% a un -0,6%.

Hay que tomar estas cifras con cautela, ya que en los últimos trimestres estas estimaciones flash han sido objeto de importantes revisiones. Hoy, de nuevo, los últimos trimestres se han revisado ligeramente al alza, aunque sin salir de la recesión invernal. La economía se contrajo ligeramente menos de lo estimado en el cuarto trimestre de 2022 (-0,4% en lugar de -0,5%) y en el primero de 2023 (-0,1% en lugar de -0,3%).

Según las pocas pinceladas ofrecidas aún por Destatis, fue principalmente el consumo privado el que ayudó a la economía alemana a evitar una prolongación de la recesión invernal. “Es una mejora, pero el panorama general sigue siendo que la economía alemana se ha contraído en los últimos nueve meses. Además, Alemania siguió siendo la principal economía de la eurozona con peores resultados en el segundo trimestre, ya que la producción creció con fuerza en Francia (+0,5%) y España (+0,4%)”, valora Franziska Palmas, de Capital Economics. La analista se refiere a Alemania como el “eslabón débil” de Europa.

“Una vez más, cifras bastante decepcionantes de la economía alemana”, sentencia Ralph Solveen, economista de Commerzbank. “No se materializó el ligero aumento que se esperaba en general. Sin embargo, esto se vio compensado por el hecho de que los resultados de los trimestres anteriores se revisaron ligeramente al alza”.

Como resultado de estas revisiones, agrega Solveen, el PIB real vuelve a ser ahora ligeramente superior al de antes del estallido de la pandemia. “Sin embargo, esto significa que, en conjunto, la economía no ha crecido prácticamente nada en los últimos cuatro años”, subraya.

El economista del banco alemán sigue esperando que la economía alemana del país se contraiga un 0,5% este año, especialmente porque la caída de los indicadores adelantados hace temer que el PIB real vuelva a disminuir en el segundo semestre”. En su cuadro de previsiones actualizadas de julio presentado esta semana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que Alemania terminará el año en recesión con una contracción de su economía del 0,3%. 

“De cara al futuro, los indicadores de confianza publicados recientemente (PMI, Ifo) no auguran nada bueno para la actividad económica en los próximos meses. De hecho, la debilidad del poder adquisitivo, el adelgazamiento de las carteras de pedidos industriales, así como el impacto del endurecimiento más agresivo de la política monetaria en décadas, y la esperada ralentización de la economía estadounidense, abogan a favor de una débil actividad económica”, valora Carsten Brzeski, de ING.

“Los datos de hoy se asemejan al club de fútbol favorito de este economista que gana el último partido de la temporada, pero sigue relegado en la segunda división. Es una victoria que no da lugar a celebraciones”, añade.

Sorpresa positiva de Francia

Además de los decepcionantes datos de Alemania y los más moderados de España respecto al primer trimestre, este viernes han destacado los titulares que ha dado el PIB francés. Según ha informado el Instituto Nacional de Estadística y de Estudios Económicos galo (Insee), el PIB galo se expandió un 0,5% en el segundo trimestre del año respecto al primero. El dato anterior relativo a enero-marzo se ha corregido una décima a la baja, al 0,1%, y los analistas esperaban que la economía francesa creciera en la misma medida entre abril y junio.

“El crecimiento se debió enteramente a la demanda exterior, ya que las exportaciones avanzaron un 2,6%, mientras que las importaciones crecieron un 0,4% en el trimestre”, señala en un análisis Peter Vanden Houte, economista jefe en Bélgica y Luxemburgo de ING Economics.

“Francia sorprendió al alza debido a factores temporales que ocultaron la debilidad de la economía. Una vez más, el desglose muestra que la demanda interna disminuyó, mientras que las exportaciones netas impulsaron la cifra. El comercio internacional contribuyó al crecimiento con un llamativo 0,7 puntos porcentuales, inflado por la entrega de un crucero, mientras que el consumo de los hogares se contrajo considerablemente, a pesar de que los servicios lo apuntalaron”, explica Riccardo Marcelli Fabiani, de Oxford Economics.

Vanden Houte advierte de que, “aunque la cifra de hoy es sin duda una agradable sorpresa, queda por ver si este crecimiento dinámico puede mantenerse”. Según los índices PMI preliminares de julio, la economía francesa comenzó el tercer trimestre de 2023 con la mayor reducción de la actividad empresarial desde noviembre de 2020, recuerda. “Por lo tanto, esperamos una desaceleración del ritmo de crecimiento en el segundo semestre”, agrega este experto. Las previsiones del FMI recogían un crecimiento del 0,8% para Francia en 2023.

En conjunto, los datos de PIB del segundo trimestre publicados hasta ahora en la eurozona (que también incluyen una caída del PIB del 0,4% intertrimestral en Austria) sugieren que el PIB de la región creció un 0,2% intertrimestral en el segundo cuarto, calcula Palmas, de Capital Economics.

“Este dato es mejor de lo que esperábamos, dado el grado de restricción monetaria del año pasado. Sin embargo, seguimos pensando que los elevados tipos de interés pesarán cada vez más sobre la actividad económica en lo que queda de año”, remacha la analista.

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