La inflación de EEUU escala al 3,2% pero quita presión a la Fed para subir los tipos
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó un dos décimas en julio con efectos desestacionalizados, el mismo incremento que en junio, según informó hoy la Oficina de Estadísticas (BLS) de los Estados Unidos. En los últimos 12 meses, el índice de todos los artículos aumentó un 3,2% en tasa interanual, dos décimas más que el 3% registrado en junio pero una menos de lo estimado por los analistas.
“El índice de vivienda fue de lejos el mayor contribuyente al aumento mensual de todos los artículos, representando más del 90 por ciento del aumento, y el de seguros de vehículos también contribuyó. El de alimentos aumentó un 0,2 por ciento en julio después de aumentar un 0,1 por ciento el mes anterior”, señala el informe.
La inflación subyacente -que excluye las fluctuaciones de energía y alimentos frescos- también fue algo más suave de lo previsto tras situarse en el 4,7%, una décima menos que en junio y de lo estimado por el consenso. Esta métrica todavía está fuera del umbral de tolerancia de la Reserva Federal (Fed) pero sigue apuntando a la desaceleración que necesita el banco central para poner fin al ciclo de subidas de tipos de interés que emprendió en marzo de 2022.
El informe de inflación de julio es clave para la Fed a la hora de determinar su postura ante la reunión de septiembre. Después de adoptar una pausa en mayor, el banco central que dirige Jerome Powell retomó las subidas en julio para colocar las tasas oficiales en el 5,25%-5,5%, su nivel más alto desde 2007.
Wall Street reacciona positivamente
Los mercados reaccionaron positivamente al informe, con los futuros sobre el Dow Jones subiendo un 0,35%, mientras que los del S&P 500 repuntaban un 0,5% y el del Nasdaq 100 aceleraba su escalada hasta el 0,8% antes de la apertura bursátil. En el mercado de deuda pública, el rendimiento del bono a 10 años de EEUU caía por debajo del 4% por primera vez en lo que va de agosto por las compras de bonos, cuyo precio se mueve de forma inversa a la rentabilidad. Los inversores refuerzan su tesis de que la Fed puede volver a dejar los tipos donde están en su cita del mes que viene.
