Cómo cocina Indra su plan estratégico desde la todopoderosa ‘war room’
- Analiza la venta de Minsait, negocio que aporta dos tercios de las ventas del grupo
- El grupo prevé elevar el valor en las actividades de transporte, movilidad y BPO
El futuro de Indra se cuece estos días en una gran sala , donde altos directivos de la multinacional y consultores estratégicos trabajan sin cortapisas ni líneas rojas infranqueables. El mandato interno es contundente: existe pista libre para cuestionar cada ladrillo de la organización con el objetivo de diseñar un plan estratégico mucho antes de cien días. Ese centro de operaciones es la ‘war room’, sala de guerra, denominación intimidadora utilizada en el mundo de los negocios para referirse al espacio físico donde un escogido grupo de personas deciden el porvenir de grandes corporaciones.
Por allí se mueve un grupo de profesionales especialmente bregados en este tipo de procesos y cuya jornada laboral se cotiza por nunca menos de cuatro cifras. Estos últimos pertenecen a Boston Consulting Group (BCG), multinacional de la consultoría con quien Indra mantiene una relación de éxito y confianza desde hace muchos años. Unos y otros -entre internos y externos-, suman medio centenar de mentes asombrosas, conjuradas para dar forma al denominado ‘Leading the Future’, ideario que algunos ya han bautizado como el ‘Plan de los Mozos’, en referencia a la paternidad de José Vicente de los Mozos, consejero delegado de la multinacional. La criatura verá la luz durante el primer trimestre de 2024, sin fecha desvelada, para tortura de los que ahora escrutan cómo aumentar el valor de los accionistas con los activos disponibles.
El espíritu de “hacer cosas” del expresidente de Renault España flota en el ambiente, igual que la sensación de que todo es susceptible de análisis. Por ese motivo, Marc Murtra, presidente de Indra, dejó claro que el destino de la filial tecnológica está bajo revisión. “Indra analizará todas las opciones de Minsait y las conclusiones se conocerán durante el primer trimestre de 2024”, aseguró el presidente no ejecutivo del campeón español de la Defensa, durante el turno de preguntas posterior a su conferencia en el Club Siglo XXI de Madrid. Eso significa que el grupo de defensa y tecnología contempla la desinversión total o parcial del negocio que aporta dos terceras partes de los ingresos del grupo, es decir, 2.005 millones de euros en los nueve primeros meses de este año, un 9,6% más en comparación con el mismo periodo de 2022, frente a una facturación de toda la compañía de 3.016 millones euros.
Pero además de la venta o troceo de Minsait, la misma afirmación de Murtra también deja la puerta abierta a dejar las cosas como están en Minsait, sin desinvertir en esa actividad. Pero también existe el término medio entre ambos extremos, como podría ser la venta de ciertas actividades de Minsait de escaso predicamento y el mantenimiento de otras de extraordinaria pujanza, como la ciberseguridad o la inteligencia artificial. El sentido común no está reñido con las ganas de afrontar con determinación una nueva era. De hecho, la apuesta por “un enfoque estratégico en segmentos de mayor valor y crecimiento”, según unas palabras recientes del propio Murtra, no está reñido con mantener la tecnología en el seno de la organización.
En el mismo conciliábulo también se pone en solfa el negociado de movilidad y transportes, cuyas ventas han caído últimamente, así como la división de BPO (externalización de procesos de negocios). Las actividades relacionadas con el avión europeo FCAS también son estratégicas, lo que invita a reforzar las colaboraciones y sinergias con el fabricante vasco ITP Aero, referente mundial en motores aeronáuticos de aviación.
Marc Murtra: “Indra analizará todas las opciones de Minsait y las conclusiones se conocerán durante el primer trimestre de 2024”
No parece que los procesos electorales estén en el alero, ni mucho menos se esperan revoluciones en Defensa y Seguridad, entre otras cuestiones, porque Indra tiene el mandato del Gobierno, a través del brazo inversor de la Sepi, de convertirse en el contratista principal del país en asuntos militares. Sea como sea, Indra debe consolidarse como la gran empresa tractora del sector de Defensa, con un rol de coordinador de la mayoría de los programas españoles y europeos. “Sin defensa no hay nada, no hay vida, representa los órganos vitales del estado” comparó Murtra, tras destacar la importancia de construir la autonomía estratégica. “Estamos en un momento constituyente en el ámbito de la defensa”, explicó el presidente de Indra. En su opinión, la guerra de Ucrania viene a ser un baño de realidad para asumir que las cosas han cambiado mucho y muy rápidamente en los últimos años. También el conflicto en Gaza, pero sin olvidar que existen graves tensiones bélicas en Libia, Argelia y Siria, entre otros países vecinos de Europa. La chispa que puede dinamitar todo lo anterior podría ser personalizarse en Donald Trump, presumible candidato para la Casa Blanca y capaz de acabar con la OTAN que todos ahora conocemos.
Murtra aprovechó la ocasión para despejar rumores en torno a su compañía. Por lo pronto, “no existe encaje de Indra para participar en Telefónica”. También valoró el movimiento de Escribano en el capital de la empresa, cuya entrada en el consejo será un decisión del inversor que actualmente dispone del 8% del capital de Indra, por lo que está por ver si la compañía amplía el número de consejeros, ahora con 17 asientos. La reciente compra de JP Morgan del 10% de las acciones de la empresa tienen su explicación en el encargo de Escribano para crecer en la empresa, con un remanente de casi el 6% aún en manos del banco estadounidense. Entre los mensajes para los gobernantes, Murtra incidió en la necesidad de “simplificar el número de programas de Defensa”, exigencia de la Autonomía Estratégica de Europa para que el Viejo Continente no pierda eficiencia respecto a Estados Unidos. El presidente de Indra también recordó que la relación público-privada forma parte del ADN de los líderes mundiales de Defensa y puso en evidencia el déficit de talento tecnológico de este país. “Faltarán 200.000 ingenieros en los diez próximos años”, con especial gravedad en el ámbito femenino, de forma que -tal y como están las cosas- ni mucho menos existirá paridad en el empleo tecnológico en el próximo decenio.